Cuando necesitas comprar una impresora tienes que ser consciente de que además de consumibles necesitará que la cuides. El mantenimiento es importante para alargar su vida útil.
En la actualidad, el tipo más vendido es el llamado multifunción, que ofrece la posibilidad no solo de imprimir, sino que también funciona como fotocopiadora y escáner.
Existen diferentes tecnologías de impresión y será en función de estas como debas realizar el mantenimiento de tu dispositivo para obtener las mejores prestaciones.
Mantenimiento de impresoras según sus tipos
Los cuidados que requieren una máquina dependerá de algunos factores. El más importante es el tipo de impresión que realice, de inyección o tóner.
Si tu máquina pertenece a las primeras, ten en cuenta que al utilizar varios cartuchos de tinta, normalmente cian, magenta, negro y amarillo, deberás evitar que se sequen, y, por tanto, el cuidado más importante es su uso periódico para que esta no se vuelva inservible. Con la limpieza de los cabezales evitaremos también que se obstruyan.
Por el contrario, si tienes una impresora láser que emplea tóner para su funcionamiento, conseguirás una mayor velocidad y una mejor calidad de la imagen, pero tendrás que tener especial cuidado con la suciedad generada por este material porque puede manchar el mecanismo.
En cualquier caso, hay una serie de cuidados básicos que debes tener en cuenta para conseguir un correcto mantenimiento de impresoras, sean del tipo que sean.
Los más importantes para mantener en perfecto estado tu periférico son los siguientes:
– Buscar una ubicación adecuada en la que esté a una temperatura constante sin excesivo calor y no haya demasiada suciedad que afecte a su funcionamiento.
– Utilizar un papel con un gramaje adecuado. Comprobar que esté bien colocado para evitar atascos y, en caso de que estos se produzcan, no tirar del papel bruscamente e intentar que sea la impresora la que lo expulse. Así evitarás deteriorar los mecanismos que tiene la máquina para la tracción del papel.
– Emplear los cartuchos de la misma marca o compatibles. En este último caso, asegúrate que sean de buena calidad para evitar fallos en los inyectores.
– En cada cambio de cartucho ten cuidado con la manipulación de las partes mecánicas y electrónicas interiores de la máquina. Debes seguir las instrucciones del fabricante porque son sistemas muy sensibles.
– Mantenla limpia exteriormente porque se ensucian con facilidad por el polvo. Utiliza un paño suave y, si no vas a utilizarla en varios días, es recomendable cubrirla.
– Imprime de forma periódica, como mínimo una vez por semana, para evitar que se seque la tinta y conseguir que los cabezales funcionen correctamente.
En definitiva, para alargar la vida de nuestra impresora solo serán necesarios estos sencillos cuidados que mantendrán en perfectas condiciones tu dispositivo para que te dure mucho tiempo.