¿Qué son las impresoras 3D y cómo funcionan?

 

impresoras 3D. Son máquinas que utilizamos para imprimir figuras con volumen (que tienen ancho, largo y alto) a partir de un diseño realizado previamente por ordenador. Por ejemplo, si has diseñado una taza de café, podrías imprimir en producto físico la propia taza. Así podemos crear objetos sencillos como la citada taza de café o más complicados como partes de un avión.

Con las impresoras convencionales se pueden pasar documentos electrónicos a documentos físicos, con las impresoras 3D conseguirás imprimir y crear objetos completos.

Funcionamiento de las impresoras 3d

Estos estilos de impresoras lo que hacen es crear un objeto con sus tres dimensiones y para ello, van construyendo capas de materiales, hasta conseguir el artículo que deseas. Primero debes dibujar la imagen en un papel, después con un programa específico, como puede ser CAD, diseñas ese objeto en el ordenador y por último lo separas en capas, para imprimirlas una por una en la impresora 3D, mediante un proceso llamado aditivo.

Si no tienes conocimiento de programas especializados para crear el diseño en el ordenador, no pasa nada, pues podrás utilizar aplicaciones gratuitas que se ofrece a través de la red para ayudarte en la creación del producto.

Tipos de impresoras en tres dimensiones

Aunque todos los tipos de impresora de este estilo utilizan el proceso aditivo, dependiendo de la forma de construir el objeto puedes encontrar diferentes tipos

Adición de polímeros o FDM: se va fundiendo un hilo de polímero y se va depositando sobre el material fundido hasta crear el objeto deseado. Son aparatos de coste menor y puedes haberlos visto en el ámbito educativo. Se utilizan plásticos ABS, similar al material de los juguetes de Lego.

SLA o fotosolidificación: se trata de endurecer un polímero a la luz a través de láser. Con este modelo puedes conseguir objetos de calidad máxima.

SLS: a diferencia del SLA, el material está en estado de polvo pero también impacta el láser para fundir el material y llegar a convertirlo en sólido.

El precio de estos aparatos tecnológicos 3D, depende sobre todo de la calidad de los objetos a imprimir y del tipo de impresora. Las más comunes vienen costando unos 800 euros. Las hay de menor precio, si lo único que quieres es imprimir objetos caseros, pero si requieres de algo más profesional, tendrás que tener en cuenta otras características que incrementarán el precio. A partir de esos 800 euros, ya podrás encontrar aparatos decentes con gran calidad de acabado.

El futuro de las impresoras 3D es prometedor en todos los campos que puedas imaginar, como la medicina, la construcción y ¡hasta la comida!. Podemos decir que ya estamos empezando a adentrarnos en la 3º Revolución Industrial de nuestra historia por esta y muchas otras tecnologías

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